Sinopsis : en un mundo medieval una guerra entre Humanos y no Humanos es desatada, viendo que todos los pueblos comienzan a caer bajo el yugo de los Humanos los No hunanos buscan ayuda en un orbe el cual traera con sigo la ayuda necesaria.
Capítulo 1
En un bosque desconocido, una tormenta se estaba desatando. Los truenos y relámpagos azotaban los cielos. Los arboles parecían que iban a ser arrancados de raíz por el fuerte viento. Todo ese caos ahogaba los sonidos de unos pasos cargados de prisa que hacían saltar los charcos al pasar. Sin embargo el relinchar de los caballos lograba hacerse oír. Alguien estaba corriendo por su vida. El desconocido traía una túnica negra. Por debajo de ella sobresalía una cola cubierta de pelaje negro. Entre sus manos enguantadas protegía algo que parecía un orbe. Corría como sus piernas se lo permitían. Lastimosamente los caballos no demoraron en alcanzarlo en el borde de un acantilado. Él se giró rápidamente. Mostró su rostro. Era parecido al de un humano solo que con pelo a los lados, unas orejas caninas y colmillos. El perseguido desenfundo su espada, pero frente a los jinetes la situación era desesperanzadora. Estos traían armaduras de plata brillante con partes de diferentes colores cada uno; rojo, azul y verde
—Ya no tienes donde escapar —Dijo el caballero de color azul.
—Eso lo puedo ver… —Respondió el hombre lobo.
—Si nos entregas el Orbe prometemos darte una muerte indolora y digna, más de que los No Humanos merecen —Comentó el de color verde.
—Si…planeo morir, pero no por su mano. Con esto aun cuando muera traerá a alguien que pueda poner fin a esta masacre innecesaria hacia los míos y los demás No Humanos. —Dijo el Hombre lobo y con una sonrisa dio un paso atrás cayendo al abismo —Por favor… usa mi alma para traernos esperanza…
El hombre lobo cerró los ojos mientras el orbe brillaba con una luz intensa. Esta comenzó a absorber al hombre lobo. Cuando lo hizo el orbe quedó suspendido en el aire a pocos centímetros del suelo y luego se elevó hasta los cielos.
— ¡El orbe! ¡Darius tíralo! —El caballero de naranja le hablo al de rojo.
Este saco de su espalda un arco con una flecha, la cual tenía atada una cuerda y apuntó. La flecha obtuvo un brillo de un color violeta y salió disparada a una gran velocidad. Golpeó de lleno al orbe haciéndolo fracturarse y partirse a la mitad, pero en vez de que cayeran los fragmentos estos fueron arrojados a diferentes zonas ambos compartiendo la luz blanca. Cortaron las nubes de tormenta a su paso.
—Esto no es bueno…—Comento el caballero de nombre Darius —Ezequiel, Terius ¿Cómo reportaremos esto ante su majestad?
—De eso me encargaré yo. Por el momento será comenzar abiertamente a declarar la guerra a los No humanos, se están organizando y eso sería grave para el reino y la orden de las siete espadas —Comentó el caballero de verde llamado Terius.
—Volvamos al Reino —Ezequiel comenzó a cabalgar hacia el bosque una vez más.
….
En lo que una vez fue conocido como Rumania, en el año 2039 una guerra se había desatado entre dos bandos hacía ya 10 años todo por un desacuerdo político. Tras esa década de enfrentamientos ninguno de los dos lados parecía ceder o tener intención de firmar un tratado de Paz aun luego de todo el daño provocado. Hubo la noticia de un posible cese al fuego que al final ninguno accedió.
Un convoy militar pasaba por un pequeño bosque rumbo a Brasov. Estaba conformado por dos camionetas Hummer con torreta, un camión de tropas y un blindado striker. En el primer Hummer venía un soldado cuyo uniforme de color rojo tenía estampado un Dragón negro. El soldado no aparentaba ser mayor a los 25, de cabello corto, caucásico, ojos marrones y una barba ya formándose.
— ¿Y ese estampado?— preguntó uno de los que iban en el vehículo.
—Ah lo hice yo mismo en la Base, pensé que se vería bien en mi uniforme —Dijo él mirando el paisaje del bosque algo destruido, pero aun así frondoso.
—Sabes que no tenemos permitido alterar así nuestros uniformes —Dijo el Conductor en un tono serio.
— ¡Ha! Que importa si a los altos mandos no tienen ningún interés en nosotros mientras matemos al enemigo— Respondió con un tono de enojo e ironía.
—Odio admitirlo, pero tienes razón. La mayoría de ataques coordinados parecen misiones suicidas masivas —Comentó otro —. Ya ni recuerdo porqué peleamos…
En lo que ellos charlaban la radio comenzó a Sonar. La transmisión venia del cuartel del cual acababan de salir hacia menos de dos horas.
“Convoy aquí el cuartel, los drones espías han detectado una fuerte cantidad de Hostiles en su dirección. Ordenaron que regresen inmediatamente”
—Bueno, al menos nos avisaron y no nos dejaron morir —Comentó uno de ellos.
Cuando se giraron el ruido de unas aspas llamaron la atención de todos desde los arboles salió un Helicóptero artillero.
— ¡T129 Enemigo! —Se escuchó un grito y el helicóptero disparo dos misiles al striker destruyéndolo.
Los otros vehículos intentaron escapar, pero un Tanque T-90 enemigo les bloqueo el paso y apuntó su cañón hacia ellos.
— ¡Salgan todos! —Gritaron y los del primer vehículo salieron, pero los del camión no tuvieron tanta suerte y volaron por los aires. El soldado del escudo salió disparado lejos del lugar donde sus compañeros se cubrían.
— ¡Velkan! —Gritó uno de los soldados al que llevaba el escudo de Dragón, el otro soldado le señalo había la caja del Javelin — ¡Destruye el maldito tanque!
Él apuntó con el Javelin al tanque y el misil salió disparado por el aire cuando comenzó a descender el helicóptero. Para mala fortuna, o buena, se interpuso siendo destruido ese vehículo, pero el tanque seguía intacto. Este disparo con su cañón. El disparo paso cerca de velkan el cual quedo helado ante aquello. El proyectil fue hacia las camionetas Hummer haciéndolas volar y asesinando a quienes la usaban de cobertura.
— ¡Debemos irnos! —Velkan gritó y se giró para ver a todos sus compañeros muertos por la explosión de los vehículos.
Ya sin uso de razón tomó su pistola, una Red 9 modificada que su padre le dio cuando fue a la guerra. Usaba balas explosivas. Su padre era armero y la creó especialmente para su hijo. Él disparóhacia el tanque el cual se frenó apuntándole con el cañón. Enemigos salieron de los arbustos, soldados enemigos. Gritaban y ordenaban en Alemán apuntando con sus G36K. Velkan sin saber cómo corrió hacia ellos usando un cadáver como escudo. Sus disparos fueron certeros y los asesinó a todos, luego comenzó a correr no sin antes tomar el G36 enemigo y sus cargadores. Los disparos de otro grupo le rozaban. Corría tanto como sus piernas lo permitían. Se acentró en el bosque. Solo cuando ya no escuchaba los gritos y no sentía los disparos se detuvo a descansar. Recargó sus armas y miro a sus alrededores.
—Bien…ya estoy a salvo… —Velkan comenzó a atenderse las heridas tenía un disparo en su brazo izquierdo que no se había dado cuenta que había recibido.
En eso escucho voces provenientes de atrás. Se giró con brusquedad y observó a los soldados enemigos acercándose. Eran más esta vez. Velkan volvió a correr, pero esta vez llegoó a una cueva a esconderse. Tenía una toz ceca y le faltaba el aire. Cuando se sostuvo de la pared una fuerte luz lo deslumbró por unos segundos. Él se cubrió para no quedar ciego y luego observó la fuente de luz. Era una pequeña esfera flotante.
—Debo de estar muerto…o loco…—Dijo. La Luz se movía de aquí para allá como queriendo que Velkan la siguiera. Él lentamente comenzó a hacerlo. Llevaba caminando mucho por esa cueva, le sorprendía que fuera tan profunda — ¿Hasta dónde vamos?
En eso la luz se frenó. Velkan miró esa luz la cual se alejó rápidamente hasta perderse luego volvió a toda velocidad dando con fuerza en el pecho del rumano. Es lo exaltó, luego vio que sus heridas fueron sanadas y todo se puso brillante. Perdió la conciencia.
…
En un campamento con estética medieval, varios no Humanos entre los cuales había Hombres y mujeres lobo de dos clases diferentes, una donde parecían más humanos que animal y otra donde parecían más animal, pero antropomórficos, centauros, minotauros, elfos oscuros e incluso dragones antropomórficos. En una tienda de campaña enorme habían varios hablando frente a un mapa. Un Hombre lobo, una dragona, un elfo, un centauro y un minotauro.
—El caballero de Bronce movió sus tropas al norte. Mis espías han dicho que siguen negociando con los Hombres gato de diferentes clanes. Eso traerá problemas a la larga —Comentó el Elfo oscuro.
—Los hombres gato…siempre llevando la contraria y uniéndose al enemigo, aun no entiendo porque no los hemos atacado — comentó el Minotauro.
—Es fácil, no podemos atacar a una nación neutral, además que nuestro enemigo es el Reino de Malta y las 7 espadas. Si ellos caen los otros reinos frenarán sus ataques hacia los no Humanos —Comentó el Hombre lobo.
La Dragona estaba callada, escuchando como los generales de cada especie planeaban cómo enfrentarse a las fuerzas Humanas las cuales declararon la guerra a los no Humanos. Así les decían, esa especie por su supremacía se había vuelto el punto de referencia. Cuando su collar brilló dos veces solo significaba una cosa...el orbe había encontrado a quien los ayudara.
—El elegido ha sido encontrado debemos busc…—el cristal volvió a brillar pero de otro tono —Imposible… ¿dos? ¿Son dos?
— ¿dos elegidos? Debería de ser uno —Comentó el Hombre lobo
—Jamás había pasado algo así… debemos buscarlos rápido antes que los Humanos lo hagan. De seguro los magos de Malta se darán cuenta rápido —Dijo La dragona alterada.
—Anaretta cálmate. Si en verdad son dos yo iré por uno y tu ve por el otro —Comentó el Hombre lobo calmando a la dragona
—General Sirius, entonces ¿Quién dirigirá las tropas? —Preguntó el Centauro.
Antes de que Sirius tomara control de la coalición esta había sufrido muchas derrotas entre ellas la caída de los Elfos y peor aún los enanos. Con ellos sometidos los humanos ahora podían hacerle frente a los Hombres dragón, pero eso fue hasta que Sirius y los Hombres lobo llegaran con él. Sus victorias y adeptos a la causa aumentaron descomunalmente uniendo a la mayoría de los no humanos, solo los hombres gato y las sirenas se mantenían neutrales al conflicto. Incluso había Humanos que estaban a favor de la igualdad con los no Humanos. Entre ellos un Noble del reino de Sareth heredero del trono, autoexiliado por tentativas contra su vida.
—Las dirigirá Erus hasta mi regreso ¿puedo contar contigo para eso? —Preguntó Sirius al Elfo Oscuro.
—Seguirá fuerte y traeré victorias hasta su regreso general —Dijo Erus quien hizo una reverencia
—Antes de preparar todo para viajar quiero decir que el Príncipe Raphael envió refuerzos de un pequeño reino a favor de nuestra causa, ya envié a unos cuantos soldados a buscarlos —Dijo Sirius a los otros generales.
—Tardaran un día más en llegar, vienen en camino. Son 35 espadachines y 10 Hechiceros la mayoría Humanos, pero vienen acompañados de Arpías —Dijo Anaretta tocando su collar.
—Bien, con las Arpías poder hacerle frente a los grifos de Malta —Comentó Erus.
—Iré a preparar todo para irme lo antes posible —Sirius salió de la tienda al igual que todos.
En otra tienda donde el Hombre lobo preparaba sus cosas para el viaje. Anaretta la dragona entró.
—Intenté ver el futuro. Encontraré al elegido, pero aun su apariencia me es negada en mis visiones —Dijo ella mirándolo. Él ni se giró.
—Deduzco que también revisaste para mi ¿me equivoco? —Preguntó él.
—Sí, revise, pero no se me mostro nada. Se me negaba ver tu futuro como otras veces —Comentó ella con cierto tono de preocupación.
Sirius se giró y la tomó por la cadera para verla a los ojos. Ella le acarició la mejilla lentamente antes de que él volviera a hablar.
—Estaré bien, lo prometo. No tienes por qué temer —Dijo el con un tono calmado.
—Luego de todo lo que perdí, no quiero perder lo último que me queda en esta vida —Dijo ella, triste.
—No me perderás. Volveré con uno de los elegidos y juntos acabaremos esto. Luego podremos irnos a vivir lejos donde nadie nos encuentre, solo tú y yo —Dijo el sonriéndole y besando su frente —Te lo prometo.
Ambos, luego de eso, salieron del lugar donde estaba el campamento. Anaretta salió volando con sus alas mientras que Sirius subió a un caballo y comenzó a cabalgar siguiendo la esencia que desprendía un objeto que Anaretta le dio para encontrar a uno de los elegidos. Ambos esperaban que esos dos pudieran ayudarlos a vencer al reino de Malta y a las 7 espadas.