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The best friend - Literatura Peluda !

Literatura Peluda !
Creado: Sep 13 '14 Administrador: Yeoljeong

El Furry es toda una cultura, y parece ser que tambien que ha llegado hasta la literatura. Y tu Furr@ quisieras compartirnos algo de este tipo? Un poema, una historia, alguna recomendacion de un libro, alguna frase. Comparte tu pasion por las letras ;)

Khyp Admin
Khyp Mar 26 '15

Antes de que se embarquen en esta historia, no prescisamente furry, aunque algunos personajes se pueden conciderar como tales, me gustaria decirles, que tiene algunos detallitos y la escribi hace ya varios años. Espero les sea de su agrado y espero sus comentarios.

 

-¡Malditos!- grite mientras huía de unos lobos con mi pobre moueffe en brazos

 

Corrí velozmente a dinovilla, donde estaban mis dinos descansando después de una larga jornada. Detgon y Seltgon al verme acércame con los lobos a punto de darme alcance salieron corriendo a interceptar a mis voraces perseguidores. Los vi luchar como nunca, sabía que me había ganado el respeto de mis dinos.

 

Después de la lucha, volví a mi pequeña casa, con mis dinos. Acosté a Fatgon sobre una cama de paja y saque de un pequeño estante una poción de ángel para ayudarle a recuperar sus fuerzas. No podía dejar que mi dino muriera.

 

La noche paso lentamente, mi dino a pesar de ya no estar en peligro, no podía dejarlo solo.

 

Yo era pobre para darle otros servicios médicos o si quiera pedirle ayuda a alguien. La gente al ver a un pobre diablo como yo, no me daba ninguna consideración, ni alguna ayuda. Por ello decidí hacerme alguien en dinovilla y sus alrededores.

 

Unos días después del acontecimiento decidí dejar mi casa, empaque lo necesario para sobrevivir. Hable con mis dinos sobre dejarlos a cargo del guía del pueblo, en lo que yo salía. Sin embargo ellos no querían quedarse, querían acompañarme. Así fue como inicie una búsqueda para lograr escalar y conseguir mejor atención para mis únicos amigos.

 

El trayecto no fue fácil, acampar a la intemperie con bichos buscando devorar tu carne y matar a tus dinos, fue algo espeluznante. Pero después de dos días de travesía llegamos a una fuente que según mi información era un punto muy visitado por comerciantes y maestros.

 

Al hablar con ellos me entere de quien podría ayudarme, un anciano medio ermitaño vivía a unos días de camino al noreste de nuestra actual posición.

 

Nos abastecimos para continuar nuestro camino. Unos tres días después llegamos a lo que parecía su casa. Entonces toque la puerta y salió un anciano.

 

-¡Por favor! necesito ayuda para ser alguien en este mundo- estaba desesperado

-No gastare mi tiempo con alguien como tú, así que márchate- estaba a punto de cerrar la puerta

-¡No! necesito su ayuda, no importa si tengo que quedarme aquí por años- mis ojos mostraban el fuego de mi interior

-No puedo atenderte, lo siento, pero te recomiendo que te unas a un clan, allí tendrás toda la ayuda que necesites. Ve a la universidad a preguntar por ello- cerró su puerta

 

No era lo que esperaba, pero parecía que era todo lo que podía obtener del, así que me fui a la universidad. Allí encontré a Matsuda, reclutando gente para Miracles's. Era mi oportunidad, mis dinos estaban cansados y yo en un estado algo deplorable, aun así reunimos coraje para hablar con él.

 

-¡Permíteme unirme a tu clan!- no se me ocurrió nada mejor, el solo me miro y como que le disgusto mucho mi aspecto

-No eres lo que busco, pero te daremos la oportunidad

-¿Enserio?- estaba que no podía creerlo

 

No me contesto, se limitó a llevarme a su clan, junto a los otros candidatos que había encontrado. Su clan estaba situado al norte, en las colinas.

 

Llegamos al fin al clan, donde rápidamente los lideres nos pidieron que nos aseáramos y portáramos el uniforme, igual los dinos debían portar un uniforme acorde a su raza. Ayuda a mis dinos a ponerse sus vestimentas y fuimos a jurar lealtad como todos.

 

El clan era gobernado con justicia, hasta que cierto día las tragedias azotaron el castillo y terminaron haciendo que muchos desertaran. Para ese entonces yo ya me había ganado un lugar entre los miembros y con ello fui escalando en el poder.

 

Un buen día, el último gobernante me cedió la corona. No sé como pero había logrado hacerme alguien en el juego, sin embargo aún me quedaba mucho por aprender y conseguir. Me di a la tarea de buscar personalmente a nuevos miembros.

 

Fui al puerto para iniciar mi búsqueda y de uno de los barcos, descendieron cientos de jugadores. Mis nervios me congelaron, no había visto tanto movimiento desde que vivía en dinovilla. Al tratar de hablar con los del barco, choque con un joven maestro que caminaba por el puerto con un sirian. Curiosamente ese día yo también llevaba a mi sirian.

 

-Disculpa, no me fije- le ayude a levantarse

-No te preocupes, yo tampoco me fije

-No, es mi culpa, por querer alcanzar a los del barco te he infortunado

-Para nada y si no es mucha intromisión ¿para que querías hablar con ellos?

-Estoy buscando miembros para mi clan y perdón por no haberme presentado antes. Mi nombre es dacuas y este juguetón es DETGON

-Qué curioso dino tienes. Mi nombre es seyerko y este sirian es mi compañero.

-¿No tiene nombre tu dino?

-Sí, pero nunca lo llamo por su nombre, ¿verdad sirian?- su dino respondía, como un gato que quería ser acariciado

-Entiendo, bueno, fue un gusto conocerte, tengo trabajo que hacer

-Muy bien

 

Me fui del lugar sin ningún recluta. Llegue a la fuente, donde conocí a juuulio, quien acepto venir al clan.

 

Al llegar de nuevo al castillo, me di cuenta que Seyerko me había seguido todo el trayecto. Le di permiso a juuulio de entrar al castillo y le di órdenes de esperarme para su presentación.

 

-¿Me ha seguido todo este tiempo?

-Sí, me intereso mucho la forma en que tu dino te respeta y parece que no se preocupa mucho

-Creo más bien quieres unirte al clan, más que ver a mi dino

-No era el plan original, pero acepto

 

Entramos al castillo y presente a los nuevos miembros. Yo veía que ambos maestros estaban a mi nivel e inmediatamente me propuse en superarlos. El inicio no fue fácil, juuulio demostró un gran dominio de los entrenamientos y sus conocimientos afloraron con el clan. Seyerko, por otro lado era muy curioso al igual que sus dinos, se la pasaban por todos lados explorando, jugando o entrenando con ayuda.

 

Un buen día, decidí concretar un entrenamiento al lado de Seyerko en el volcán. Fuimos a fosalava a entrenar a nuestros dinos. Sin embargo los que realmente entrenamos fuimos nosotros.

 

Nuestros dinos escalaban sin problemas, tan bien que llegaron rápidamente a la cima, en cambio nosotros estábamos luchando por llegar arriba. En nuestra lucha, mi cuerda se cortó y casi caí a una muerte segura. Seyerko me tomo de la mano, resbalando ligeramente y exponiendo su vida.

 

-¡No seas tonto!- le grite -suéltame y sálvate

-No puedo hacer eso, tú eres un amigo para mí. Siempre estuve solo hasta que te topaste conmigo en el puerto- sus palabras sinceras me animaron, había encontrado a alguien como yo

 

Luche por tomarme de una saliente y de allí lograr escalar sin cuerda.

 

-Estaré bien, ya puedes soltarme

-Espero que sea cierto- me soltó e inmediatamente me agarre a las rocas

-Lo logre, subamos

 

Por fin en la cima, vimos que nuestros dinos jugaban y luchaban entre ellos, después de haber vencido a muchas flamanchas y goblins.

 

La experiencia cercana a la muerte, me hizo reflexionar, había encontrado alguien que me estaba ayudando y me había salvado, yo sabía que habría hecho lo mismo.

 

Pasaron los meses y entrenamos juntos como rivales. Yo llevaba la ventaja, hasta que un día me supero. Sabía que debía entrenar más a mis dinos para no quedarme atrás.

 

La amistad creció al igual que la rivalidad. Y por fin una dura prueba que nos aguardó el destino, nos forjo caminos separados.

 

Llego la guerra, sus dinos resaltaron, principalmente su sirain. El mío era bueno, pero no se podía comparar con ese dino, sabía que debía mejorar, aunque no me espere la nueva jugada de mi rival.

 

Se despidió del clan, buscando una nueva visión para entrenar. Nuestros caminos se separaron, y aun así la amistad se vio fortalecida.

 

Un buen día, que estaba entrenando en las estepas, recibí una carta de Seyerko. Su sirian había muerto y lo iba a sepultar en pocos días. No iba a poder regresar a tiempo, pero no podía dejarlo sufrir. Fui a la oficina y gaste todo mi dinero en que me llevaran cuanto antes al puerto. Por desgracia no podía llevar a ninguno de mis dinos conmigo, los tuve que dejar que entrenaran solos por unas semanas.

 

Llegue en poco más de tres días al puerto, al pisar el muelle, salí corriendo a toda velocidad al cementerio. Los bichos que me atacaron no eran rivales para mi compromiso, así que los pase de largo.

 

Por fin llegue al cementerio. Seyerko estaba deshecho junto a su dino en su caja. Parecía que su dino había muerto en un combate contra una criatura que había escapado de la muerte. No podía hacer nada, mis dinos estaban en las estepas, vengar la muerte de su dino iba a serme imposible.

 

Me quede con seyerko alguno días, hasta que se le paso el trauma. Y al poco tiempo de marcharme me entere que las pirañas esqueleto le mataron a otros dinos. Regrese cuanto antes, pero no lo encontré a él, había salido solo a vengarse por su propia mano. Eso me enfureció, tome una lanza y corrí a buscarlo.

 

Lo encontré a punto de morir, estaba terriblemente herido. Las pirañas decididas a matarlo lo atacaron, yo con la lanza me aproveche de su escasa guardia y las ataque. No sé cómo, pero tenía un gran dominio de esa arma. Acaba le batalla con apenas heridas. Le aplique a Seyerko una poción que me quedaba para curarle sus heridas y lo lleve hasta el puerto.

 

En el puerto me conto que él quería ser mejor, por eso desafío a esos bichos sin pensarlo dos veces y perdió a varios de sus queridos dinos.

Tuve que quedarme un par de días más y por fin regrese al desierto. Mis dinos por fortuna seguían vivos y se habían fortalecido mucho. Aunque me preocupaba mucho más la situación de seyerko, así que decidí llevarme un grupo a investigar las ruinas de donde salieron las pirañas y eso me llevo al mundo sombra. Mate al guardián creyendo que así podría solucionar algo.

 

Después de meses volví a encontrar a Seyerko en un pequeño torneo, llamado dinofight. Luchamos un tiempo para ver quién era mejor, mis dinos lo superaron en ese momento y decidí adquirir un nuevo dino y llamarlo en honor a mi gran amigo.

 

Mucho tiempo después Seyerko se volvió mi mano derecha en el clan, aunque no estuviese en el clan. Su camino le dio grandes frutos y su experiencia con la muerte le dio una nueva visión del mundo.

 

Al final decidimos crear un proyecto nuevo en el que el participo en varias ocasiones. Él se ganó el respeto de los miembros del clan, se volvió un gran sensei y nuestra eterna rivalidad por fuerza cambio.

 

En los días finales cuando volvimos a saber de él, en lo que fue el cdc, aproveche para tratarlo de convencer de regresar. Acepto, pero me dijo que su vida estaba llegando a su fin, había sido envenenado gravemente en nimbao y los antídotos, solo surtían efecto temporal.

 

Me entristeció enormemente su inminente muerte. Le dije que guardaría su secreto hasta que el decidiera revelarlo.

 

Yo lo observe en el paso del tiempo, no se veía grave. Parecía que había mejorado y que su muerte era solo una mala broma. No podía haberme equivocado de una peor manera. A los pocos días de regresar, mostro síntomas de envenenamiento y su salud decayó enormemente, sabía que su fin estaba cercas.

 

-Te pondrás bien- le sujete las manos

-Gracias por mentir, pero sé que no es verdad- el tocio un par de veces -mi fin esta cercas, por fin poder reunirme con mis compañeros caídos

-Es doloroso verte así amigo, tu nos has enseñado tanto en el corto tiempo que estuviste con nosotros- mis dinos lloraban en el pasillo, junto a los de Seyerko

-No puedo creer que mueras- Jozz se acerca, secándose las lagrimas

-Me hubiese gustado un duelo contra ti. Te considere mi rival- Skill entra en la habitación

 

Muchos maestros entraban y salían para despedirse de un gran maestro y amigo, al final nos quedamos Caza, Skill y yo en la habitación.

 

-Tú fuiste mi mejor amigo en este mundo- no podía aguantar más después de que el ambiente se había hecho más pesado

-No lamentes mi muerte, viejo amigo. Tú también fuiste mi mejor amigo...- su mano cayo de repente

-¿Seyerko?- lo dije un par de veces -no puede ser, ya ha muerto- Caza y Skill, evitaron ver el cuerpo de Seyerko mientras dejaban escapar las lagrimas

 

La habitación se silenció casi de una manera total y repentina. Nadie volvió a mencionar nada en la habitación.

 

En la mañana siguiente, marchamos con el cuerpo de Seyerko en su ataúd, hasta el cementerio, habíamos escogido un lugar donde tenía a sus dinos caídos alrededor.

 

El funeral fue un evento demasiado trágico, vinieron viejos amigos como samma, daniela y rayo a despedirse. Todos los dinos de todos los maestros estaban reunidos. Las despedidas fueron breves, muchos al tratar de despedirse solo se quebraron en llanto. Cuando fue mi turno, las palabras no querían salir.

 

-Seyerko, tú fuiste un verdadero amigo y mentor para todos los aquí presentes- fue lo primero que pude articular después de intentarlo un par de veces -tus esfuerzos no serán en vano y tus enseñanzas no serán desperdiciadas. Tu vivirás atreves de nosotros, como lo he dicho muchas veces, la inmortalidad viene de lo que le dejamos a los demás.- hice una pausa -Tu nos has dejado tantos gratos momentos, tantas experiencias y enseñanzas, todo tu apoyo y dedicación, no serán en vano, tú ya eres de los grandes y eres inmortal. Te agradecemos haber contribuido en el desarrollo de todos los que te rodearon y hasta siempre "gran amigo".- no supe como lo logre expresar, pero mis palabras llegaron a todos los presentes

 

Al final de las despedidas, el clan guardo un silencio largo. Y estamos seguros que cuando nos íbamos, vimos una luz salir de la tumba y llegar al cielo. Estamos completamente seguros que era tu espíritu, quien se integra al cosmos para seguir las aventuras fuera de este mundo.

 

Espero a que se despejara el lugar.

 

-¡Hasta siempre viejo amigo y suerte en tus nuevas aventuras!

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