-Noveno piso señorita- dijo la enfermera.
Presiono el botón y tras paseo introdujo la llave en la puerta 914, una sala sobria, sin muchos muebles, una cama pequeña, estanterías y libros de todos los tamaños.
Un escritorio que se iluminaba con velas, el escritor humano, anciano de muchas décadas estaba dormido en la butaca, la pluma se le había caído y los lentes estaban por caerse. Aquella chica zorro dio unos pasos para quitarle sus lentes, ordeno las hojas escritas viendo una especial.
-Martir de Karmer- leyó sorprendiéndose.
Ordeno entonces al viejo humano escritor, despertandolo sin querer.
-¿Como esta señorita?- pregunto el viejo dando la mirada mas dulce de ojos viejos con ceguera.
Muro